V ENCUENTRO DE ALUMNOS DE RELIGIÓN DE 6 º DE PRIMARIA Y 1ºDE LA ESO DE
LA CUENCA DEL NALÓN
El pasado 20 de abril nos fuimos al monasterio
de Valdediós.
Un total de 210 alumnos y 17
profesores,¡5 autobuses!
Gran alegría fue encontrarnos allí todos, porque los alumnos veían a los
amigos y “profes” del “cole” en el que habían estado, y conocían a otros
compañeros de otros centros que como ellos también van a la clase de “Reli”.
Allí nos recibieron los Hermanos de S. Juan e hicimos dos grupos para
que mientras a unos les mostraban, a través de un video, cómo era su forma de
vida, su congregación,… y luego tener un espacio de ruegos y preguntas con los
chicos; a otros nos mostraron y explicaron la Iglesia de Valdediós con su
retablo mayor.
Tuvimos mucha suerte con la
meteorología, Dios estuvo con nosotros, ya que las previsiones no eran nada
buenas. Salimos con una fuerte lluvia del Valle de Nalón pero en Valdediós nos
recibió el sol.
Se puso a llove rcuando nos
estaban mostrando la Iglesia y su forma de vida. Y como seguía lloviendo
aprovechamos para comer en el claustro que los hermanos nos cedieron para no
mojarnos.
Después visitamos el “Conventín” y para entonces ya empezaba a
vislumbrarse el sol para poder celebrar la “Gran Gincana” que los chicos
esperaban con gran ilusión desde que posamos los pies en Valdediós. El sol se
había reservado para ese momento, y hasta que marchamos pudimos realizar todo
lo previsto al aire libre.
Se realizaron 21 equipos formados
por alumnos de los distintos centros. Allí tuvieron que realizar distintas
pruebasbuscando información para
contestar un pasapalabra y una gincana fotográfica. Algunas pruebas eran muy
curiosas, como averiguar cuántos m2 tenía el patio del convento para lo cual se
les facilitó una cuerda de un metro (unos medían por el suelo, otros por las
paredes, otros utilizaban las nuevas tecnologías a través de los móviles,…)
Y para
finalizar tenían que construir una cadena hinchando globos en los que se habían
escrito las palabras, amor, paz, amistad,… Luego los explotaron, como si de una
“traca” final se tratara, para despedirnos del lugar.